Desde la década de los cuarenta, han sido muchos los animales enviados
en misiones espaciales. Aunque quizás la más famosa sea Laika, diversas
especies animales han formado parte de la tripulación de diversos viajes
de siete países diferentes.
Los objetivos de las
misiones internacionales
que portaban los primeros animales enviados al espacio eran muy
diversos. Ya en 1946, los primeros organismos en ser lanzados en una
misión internacional de 12 días de duración fueron las moscas de la
fruta, tanto en estadio adulto como embrionario. Junto a ellas también
volaba un hongo,
Beauveria bassiana, guardado en un tubo de ensayo.
Cuando volvieron al planeta, las moscas fueron analizadas genéticamente, para comprobar el
efecto de la radiación a grandes altitudes, teniendo como organismos control moscas crecidas en los laboratorios del
Kennedy Space Center de la
NASA. Se comprobó también si estos primeros animales enviados al espacio presentaban más posibilidades
de desarrollar tumores o no, ya que uno de los objetivos de estas
misiones era evaluar si en años posteriores, podrían participar seres
humanos en los viajes espaciales. Por otra parte, la razón de utilizar
primero moscas y no otros organismos, residía en que las mutaciones (o
cambios) en su ADN se producen con gran facilidad.
Otro de los problemas antes de lanzar seres humanos al espacio consistía en saber qué ocurría en
largos períodos de ausencia de gravedad. Por ello, dos años después de aquellas primeras "moscas astronautas", la NASA lanzó al espacio la misión Blossom,
que llevaría el primer mono (llamado Albert I) en un vuelo espacial. En
1949, Albert II se uniría a la lista de animales enviados al espacio,
al alcanzar una altura de 84 millas, aunque por desgracia, no sobrevivió
al impacto.
Meses después, sería enviado un ratón sin anestesiar
en un viaje espacial (por aquella época, los monos solían ser enviados
dormidos, para provocarles el menor sufrimiento posible). Meses después
se lanzaría otro mono, el Albert IV, que aguantaría bien el vuelo, pero
que tampoco sobreviviría al impacto. Sí lo haría, sin embargo, un ratón
que culminaría los viajes espaciales de la misión V-2 (también conocidas
por las series de Albert, por los animales que llevaban a bordo).
En
la década de los cincuenta y sesenta, fueron muchos los animales
enviados al espacio. Tanto las misiones promovidas por la NASA, como las
organizadas por la antigua Unión Soviética, se ensayaron diversos
viajes con monos y ratones, principalmente, aunque también se usaron
ratas y conejos en algunos experimentos. Contrariamente a lo que se
suele creer,
Laika no fue la primera perra en viajar al espacio.
Varios fueron los animales enviados al espacio, aunque ninguno de estos
perros logró orbitar la Tierra. Desde 1951 a 1957 (año en que Laika
viajó en la nave soviética Sputnik-2), cerca de veinte perros fueron
enviados en misiones espaciales.
En 1957, la famosa Laika viajó al espacio, convirtiéndose en la
primera perra espacial soviética,
y también en el primer ser vivo capaz de orbitar alrededor del planeta
Tierra. Sin embargo, la misión no culminó con éxito, ya que Laika
falleció por causas asociadas al estrés del viaje y posiblemente al
sobrecalentamiento de la nave. Aunque su muerte se produjo horas antes
de lo que los investigadores habían planeado, este lanzamiento fue la
primera prueba de que
los organismos vivos eran capaces de soportar condiciones de microgravedad, abriendo la puerta a los vuelos tripulados por seres humanos.
Seis años después, científicos franceses enviaron en una misión a
Felix, el primer gato en unirse a esta lista de animales enviados al
espacio. Desde aquella época hasta hoy, la investigación espacial ha
desarrollado numerosas misiones con organismos vivos entre sus
tripulantes, con el objetivo de
. Entre otros, destaca el lanzamiento de gusanos de seda, nematodos, hormigas o incluso peces.
habían desarrollado misiones en las que participaran animales enviados
al espacio. Las naciones responsables de estos viajes han sido hasta
ahora Estados Unidos, la antigua Unión Soviética, Francia, Japón, China,
Argentina e Irán.
,
que llevará a cabo diversos experimentos relacionados con la
fisiología, morfología, genética y biología molecular de varias especies
(no solo animales, también plantas). Su objetivo ahora no es demostrar
que el ser humano puede formar parte de la tripulación de vuelos al
espacio, sino
, por ejemplo.
Hasta
la fecha, decenas de animales han sido enviados en misiones
internacionales. A pesar del sufrimiento de muchos de estos "organismos
modelo", su uso ha sido imprescindible para el avance de la
investigación espacial.